VIANA IGLESIA DE LA ASUNCION DE SANTA MARIA
La Iglesia de Santa María de Viana, de perfil robusto y estratégica ubicación, nos sumerge en el turbulento pasado de esta localidad, que fue levantada sobre una colina por la Corona de Navarra para hacer frente a Castilla.
Cuenta con una magnífica portada renacentista, una de las más monumentales del Renacimiento hispánico, que sirvió de modelo para otros templos. A sus pies yacen los restos de César Borgia, príncipe, guerrero y cardenal.
Elevada sobre un cerro para la defensa frente a Castilla, es la última localidad del Camino de Santiago a su paso por Navarra. El templo fue construido entre 1250 y 1312 en estilo gótico y completado entre los siglos XVI y XVIII. Su robustez y su situación estratégica en el centro de la colina, la convirtieron en baluarte defensivo hasta el siglo XIX. Declarada Monumento Histórico Artístico en 1931, la iglesia cuenta con una de las portadas más monumentales del Renacimiento español.
En el exterior se distingue la parte gótica en los muros de sillar y en una sencilla portada del siglo XIV, de tres arquivoltas, presidida por la Virgen con el Niño, adorados por dos ángeles.
La portada más impresionante es la del lado de la Epístola, de estilo renacentista. Construida en el siglo XVI, está estructurada como si fuese un gran retablo de piedra, ya que combina arquitectura y escultura. Tiene forma de hornacina y fue modelo para otros templos renacentistas y barrocos. Fíjese en su iconografía: podrá reconocer pasajes de los trabajos de Hércules, escenas de la vida de Cristo, la Asunción-Coronación, una imagen sedente de María y personajes del Antiguo Testamento. En el siglo XVI se levantó la torre y en los siglos XVII y XVIII se añadió la girola, se construyeron la sala capitular, la sacristía y la capilla de San Juan Ramo.
El interior de Santa María es de carácter catedralicio. Tiene tres naves de anchura desigual, con cuatro tramos, capillas laterales y un coro alto a los pies. El estilo gótico se aprecia perfectamente en los muros y bóvedas de las naves y en la triple cabecera. El templo dispone también de un triforio o galería que le permitirá recorrer la iglesia a través de un pasillo formado por elegantes tracerías.
Se conservan varios retablos de los siglos XVII y XVIII, incluido el mayor, dedicado a María y considerado uno de los mejores del barroco navarro. En la Sala Capitular se guarda un bello crucificado hispano-flamenco. En la capilla de San Juan del Ramo se exhiben obras de Luis Paret, pintor español del Rococó. La sillería coral y colecciones de ropa litúrgica, orfebrería, relicarios y cantorales, completan el patrimonio de este interesante edificio.