Ermita Sant Quirc de Durro
La ermita de Sant Quirc se sitúa en un marco privilegiado, en la montaña de Durro, a una altitud de 1.500 metros. Su emplazamiento no es aleatorio, sino que se trata de una marca territorial vinculada al espacio social trabajado por la comunidad y a la tradición de origen pagano de correr fallas.
Es un edificio del siglo XII, de dimensiones reducidas y con aportaciones barrocas.
La ermita de San Quirc es de una sola nave cubierta por una bóveda de cañón ligeramente apuntada, añadida en algún momento posterior al románico, y con un ábside semicircular en el este. El acceso al templo se abre en la fachada sur con un sencillo arco de medio punto sin ornamentación. El campanario de espadaña, correspondiente a una etapa de construcción posterior, se alza en el muro oeste.
En la puerta de entrada, las dovelas del arco son de piedra calcárea, de ahí su singular color tostado. La tipología de sus muros y sillares se parecen mucho a los del porche de la iglesia de la Natividad de Durro.
En el ábside central hay la única ventana que permitía la entrada de luz en el templo.
En la cabecera, debajo de la cubierta, hay un pequeño ojo de buey.