COLEGIATA SAN PEDRO DE CERVATOS
Colegiata que conserva una iconografía románica en excelente estado, que resulta además extraña cuanto menos. En concreto a sus escenas sexuales, que no son inocentes detalles eróticos, sino sexo explícito puro y duro en una iglesia cristiana del siglo XI. Constituye el mejor ejemplo de motivos obscenos de este periodo en España.
Para tratar de desentrañar la razón por la que unos monjes mandaron esculpir figuras de alto contenido sexual en iglesia de su monasterio tenemos que intentar acercares al pensamiento de aquella época, donde la celebración de los misterios de la Pascua cristiana estaban precedidos por las festividades del carnaval, donde todo valía.
En el viejo lenguaje del Medievo donde la mayoría de la gente no sabía leer, esos canecillos nos están indicando que, antes de pisar el suelo sagrado de la iglesia, el fiel debía llegar bien comido, bien bebido y bien satisfecho sexualmente.
Los canecillos no son solo de temática sexual, aunque todos enseñan su condición carnavalesca. Algunas muestras son las de un saltimbanqui, un contorsionista, un ser con cabeza de cabra, un músico con arpa, otros tocando el cuerno, hombres llevando toneles de vino, bebedores, un individuo comiendo, un hombre de cabeza y boca enormes, monstruos…
Dentro, la iconografía también es muy rica. La propia presencia del apóstol Pedro refrenda lo explicado. Pedro guarda las llaves del cielo, y podemos verlo representado a la derecha del arco de entrada, y solo abrirán la puerta a quien se halle libre de pecado.
Otra obra de gran belleza y singularidad la vemos en el tímpano, donde un delicado estampado vegetal es de clara inspiración musulmana. El ábside es otra pieza que resalta por sus proporciones y belleza. De bóveda y arquería ciega de diez arcos, es aquí donde está la representación de la mujer y las serpientes, y san Pedro con báculo y llave.El monumento es de insólita belleza, de lo que da buena prueba el hecho de que fuera declarado Monumento Nacional en 1931. Románico en su mayor parte, su factura indica que la construcción se extendió hasta finales del siglo XII.
Tres impostas compartimentan el interior del ábside, una a la altura de la base de las ventanas, otra a la altura de los capiteles de las mismas y otra en el comienzo de la bóveda. La capilla bautismal y la sacristía, con arcos y bóvedas de cañón apuntadas, son góticas de principios del siglo XIII. La escultura monumental es tosca y de temática compleja, apareciendo motivos vegetales, escenas bíblicas, seres imaginarios, temas eróticos, etc. Al margen, es reseñable una Inmaculada en madera policromada de época barroca, próxima a la estética de Gregorio Fernández.
Texto: www.lugaresconhistoria.com y www.turismodecantabria.com